lunes, 18 de febrero de 2013

Las termitas son abundantes y diversas en América del Sur, África y Australia particularmente en los bosques tropicales de tierras bajas y sabanas. Muchas especies construyen colonias en forma de montículos y otras muchas son arbóreas o de vida subterránea. Las termitas que construyen montículos remueven grandes cantidades de tierra en los suelos duros y poco fértiles, con lo que contribuyen a la aparición de pequeñas plantas que pueden alcanzar el tamaño de arbustos y pequeños árboles.
Las termitas por sí mismas no son capaces de digerir la celulosa, pero pueden aprovechar sus nutrientes gracias a la degradación de celulosa que realizan protozoos que viven en simbiosis dentro del aparato digestivo de las obreras. La alimentación del termitero se produce por trofalaxia, las termitas transportan el alimento en el estómago, y lo transmiten a otros individuos a través del conducto anal o de la boca. Las termitas tienen importancia económica como plaga en estructuras de madera, obras de arte y productos almacenados.

Las termitas atraviesan cualquier cosa para llegar hasta la madera, incluso el hormigon si es preciso. Para realizar esta acción, muchas veces aprovechan las juntas del hormigón para atravesar muros supuestamente infranqueables, pero otras desgranan el material realizando una galería que atraviesa la pared sin problemas.

Viven en colonias que pueden contar hasta con 3 millones de individuos. En cada colonia, la reina (o reinas, pues existen colonias con varias parejas reales) es(son) la(s) única(s) que pone(n) huevos y sus ovarios aumentan en tamaño de forma sorprendente. La mayoría de estos insectos carece de alas, pero durante la época de la reproducción algunas desarrollan estos órganos y abandonan el grupo para formar colonias propias.

File:Coptotermes formosanus shiraki USGov k8204-7.jpg